23 otoños antes de ti

Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. O eso fue lo que Harriet Gibson pensó tras conseguir casarse allí con Like Evans, el primer desconocido que se cruzó en su camino. Esos papeles matrimoniales eran todo lo que necesitaba para cobrar la herencia de su padre. Sin embargo, todo se complica cuando, dos años después, él da con su paradero y llega sin avisar al pequeño pueblo donde ella vive. Luke es testarudo y tiene la firme intención de conseguir el divorcio, pero Harriet no tarda en advertir que también es descarado, sexi y divertido: algo que termina siendo un camino tentador pero lleno de problemas. Qué hacer cuando tu corazón toma la dirección equivocada?
A veces, un lugar perdido en medio del mapa puede ser el detonante para encontrarse a sí mismo.

Pues nos hemos animado a leer este libro, justo después de haber terminado 33 razones para volver a verte, de la misma autora. Y la verdad, es que con esta segunda novela no defrauda.

Aquí se nos cuenta la historia de Luke y Harriet. A Luke ya lo conocemos del primer libro, aunque en esta segunda parte, profundizamos en la historia. Queremos aclarar que se pueden leer los dos libros independientemente, ya que aunque el personaje principal sale en la primera novela, realmente este libro no es una continuación de la misma. Pero sí recomendamos leer primero 33 razones, porque así podemos entender a la perfección tanto a Luke como a sus amigos.

A quien realmente conocemos aquí también es a Harriet. Una jovencita a la que la vida no le ha sorprendido en absoluto, y en le caso de que Luke consiga el divorcio, todo por lo que ella ha luchado desde que ha sido una niña se esfumaría, como si nunca hubiera existido.

Y es ahí cuando realmente empieza nuestra historia. Harriet y Luke empiezan a conocerse, o a intentar conocerse (ya que los dos son un poco torpes, la verdad) y poco a poco vamos avanzando a la historia hasta llegar a un final de película. Eso sí, nuestro corazón va estar dando saltos en cada página que damos, ya que la historia no es para menos, y Kellen juega con nuestros sentimientos sin ninguna piedad.