La magia de ser Sofía

Sofía tiene tres amores: su gata Holly, los libros y El café de Alejandría.
Sofía trabaja allí como camarera y es feliz.
Sofía no tiene pareja y tampoco la busca, aunque desearía encontrar la magia.
Sofía experimenta un chispazo cuando él cruza por primera vez la puerta.
Él aparece por casualidad guiado por el aroma de las partículas de café... o tal vez por el destino...
Él se llama Héctor y está a punto de descubrir donde reside la magia.

Pues de la mano de Obsesión conjunta os traemos la reseña de La magia de ser Sofía de Elisabet Benavent y... para ser sinceros... queríamos que nos gustara, lo hemos deseado mucho, y muy fuerte, pero no ha sido posible. Aunque esto no es típico de Mundo Gamusino, para explicaros bien el por qué no nos ha gustado, tenemos que destripar un poco el libro.

Sofía es una chica chica que es camarera en el bar Alejandría, un lugar con mucha magia, a la que le gustan mucho los libros (esto lo sabemos por la sinopsis, en las páginas del libro se la nombra leyendo... dos veces, y bastante distanciadas en el tiempo), está enamorada de su gata Holly, y su mejor amiga es su madrastra (su madre es una mujer despechada porque su exmarido se ha casado con una mujer más joven que ella y para la que nada en la vida de Sofía es suficiente). Además de todo esto, Sofía tiene principios. Hace unos años, ella tenía una relación con Fran, y este chico tan majo decidió serle infiel durante un tiempo (no una vez, ni dos) con otra chica de la cual hoy en día es pareja. Por este hecho, Sofía se prometió a sí misma que jamás se liaría con un chico con novia, ya que no quiere hacerle pasar a nadie por lo que ha tenido que pasar ella.

Hasta que llega Héctor claro. Héctor es un chico de pueblo que ha llegado a Madrid después de vivir unos años en Ginebra con su novia (noviazgo de 18 años ya, con sus más y sus menos). El hecho de que se haya desplazado a Madrid es un experimento, ya que quieren mudarse (la pareja, los de Ginebra) a Madrid para procrear y asentarse en la capital. Pero claro, aparece Sofía, y después de un tiempo de ser una chica modelo que tenía ciertos sentimientos hacia Héctor, pero que no quería dar ningún paso porque Lucía era su pareja... acaban juntos en la cama con sexo salvaje. Sí, porque la novela, durante un tiempo se ha convertido en una novela porno en lugar de romántica y nos ha dado detalles tan íntimos que nos hacían mirar para otro lado (demasiado Christian Grey suelto por ahí, sobre todo hacia el final del libro).

Y después de todas estas peripecias... está el final, que no os lo vamos a contar, pero hay segunda parte, y podéis tener seguros que no lo vamos a leer. Creemos que las más de 500 páginas que tiene este libro son más que suficientes para contar todo lo que haya que contar en esta pseudorelación y, por lo tanto, desde Mundo Gamusino, vamos a dejarlo ahí. 

Sabemos que Elisabet Benavent tiene escritos más libros, pero después de la decepción con la saga Valeria, y ahora con esta novela, las vamos a dejar pasar. Quizá Betacoqueta no es para nosotros. Por desgracia, no nos pueden gustar todos los libros que hay en el mercado, así que seguiremos leyendo otros quizá más afines a nosotros, y le deseamos a Benavent mucha suerte en el futuro de su carrera, y que sus seguidores (porque sabemos que tiene muchos) sigan disfrutando de sus libros tanto como nos hubiera gustado a nosotros.