Los imaginarios

Rudger es el mejor amigo de Amanda.
Rudger no existe.
Pero nadie es perfecto.

La verdad es que este libro no lo conocíamos, lo hemos descubierto gracias a un vídeo del Booktuber y escritor Javier Ruescas, nos llamó la atención la portada, y sus comentarios acerca del libro, así que dijimos... pues por qué no... y le hemos dado una oportunidad.

Creo que es el único libro de que hemos leído la sinopsis antes de empezar, ya que... como algunas sinopsis hacen spoilers... preferimos adentrarnos en la historia completamente en blanco e ir sorprendiéndonos poco a poco. Pero es que la sinopsis de este libro había que leerla, además... no te cuenta nada de la historia. Es tan escueta que... aún te dan mas ganas de leer el libro.

El inicio de la historia nos deja un poco KO, y tenemos que seguir leyendo para que nos expliquen que está pasando. La primera frase del libro es, literalmente: "Amanda estaba muerta". Como os quedáis?? No tenéis ganas de más?

Poco os podemos contar de la historia sin hacer spoiler, así que os hablaremos de nuestras impresiones. Las ilustraciones del libro están muy logradas y están completamente acorde con los momentos de la trama en la que aparecen, además de que nos ayudan a imaginarnos mejor a todos los personajes que van apareciendo, de manera que comprendemos mejor al escritor.

Es la primera novela que leemos de este autor, pero nos ha gustado mucho, ya que nos ayuda a reflexionar. Creo que la mayoría de nosotros, si no todos... hemos tenido algún amigo imaginario cuando éramos pequeños, pero claro, ahora, al llegar a la etapa adulta... a muchos la imaginación se nos escapa por el aire y no nos acordamos de nuestros "mejores amigos de la infancia", y cuando nuestros hijos, o los hijos de nuestros amigos empiezan a hablar de esta clase de amigos... nuestra frase siempre suele ser: son niños...

Pues señoras y señores, además de que nosotros siempre decimos que somos unos niños grandes... este libro me ayuda a reafirmarme que nunca debemos perder ese niño interior que llevamos dentro. Aunque la historia es de fantasía, y no tiene nada que ver con la realidad el desarrollo de la misma nos ayuda a entender que, de vez en cuando, tenemos que dejarlos salir y reencontrarnos con ellos. Eso no quita de que haya madurez y responsabilidad durante la totalidad del tiempo, pero sí, de vez en cuando... nos viene bien volvernos a sentir como niños.