Leer: el vicio con el beneficio
*se asoma* Hey, listen!
¡M-Muy buenos días, tardes o noches! ¿Cómo nos encontramos? (Personalmente, ni con un mapa ♪)
Soy Kenta, de Aki no negai, ¡y hoy me estreno aquí, en "Hey, you!"!
Como podéis comprobar, ni para proyectos conjuntos encuentro una manera apropiada de comenzar las entradas. Menudo desastre...
Hoy hablamos de pecados, de placeres, y no uno cualquiera, ¡no señor! ¡LA LECTURA! Perdición de más de una o uno de nosotros, ¿me equivoco? ♪
¡Vamos allá! (También subiré la entrada en mi blog personal ^^)
Como podéis comprobar, ni para proyectos conjuntos encuentro una manera apropiada de comenzar las entradas. Menudo desastre...
Hoy hablamos de pecados, de placeres, y no uno cualquiera, ¡no señor! ¡LA LECTURA! Perdición de más de una o uno de nosotros, ¿me equivoco? ♪
¡Vamos allá! (También subiré la entrada en mi blog personal ^^)
"Leer es para la mente lo que el ejercicio físico es para el cuerpo."
Ya sea el periódico de la mañana, aquella novela que nos tiene atrapados, el cartel que se ve desde tu ventana o la etiqueta con la composición química del champú, las letras nos rodean. Y aun así, ¿cuántas veces hemos oído decir que "leer no sirve de nada"?
Con el tiempo y desarrollo de otro tipo de entretenimiento, la sociedad ha relegado la lectura a un segundo plano, infravalorándola. Y es que esta magnífica actividad nos proporciona más que el propio placer de evadirnos de la realidad.
Numerosos estudios recalcan los beneficios que aporta el hábito de lectura, "un vicio de lo más saludable". ¿Te gustaría conocer lo que la literatura puede hacer por ti?
BENEFICIOS COGNITIVOS
Leyendo ejercitamos la memoria y capacidad retentiva. Seguimos una historia de principio a fin, conocemos diversos personajes, sus experiencias, sus pensamientos, sus vidas. Así, mantenemos nuestro cerebro activo, atento a cada detalle, y al retomar la lectura tras unas horas de pausa, le "obligamos" a recordar.
Leer nos ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas, como el Alzeheimer. Con el desarrollo de distintas capacidades, como la comprensión o la abstracción, se generan nuevas conexiones neuronales. Al disponer de más tejido conectivo, el proceso de degeneración neuronal ocurre más lentamente, llegando a la vejez con una magnífica reserva cognitiva. Además, al aumentar la agilidad mental, se evita la pérdida de funciones cognitivas a lo largo del tiempo.
Leer incrementa nuestra capacidad de concentración, y no solo en la lectura: está demostrado que las personas habituadas a leer pueden focalizarse mejor en tareas que deban realizar, lo que les lleva a ser más productivas.
¿ESTRÉS? ¿DÓNDE?
La lectura es una actividad desestresante: nos relaja, nos aleja del ajetreo del día a día y ayuda a conciliar el sueño.
Pocos placeres existen como llegar a casa después de una dura jornada y sentarse en el sofá en compañía de un buen libro. Leer nos hace liberar tensiones y alejarnos unos momentos de lo cotidiano. Al relajarnos, nuestros niveles de cortisol disminuyen, y con ellos el estrés.
Meternos a la cama con nuestro libro es una excelente forma de conciliar el sueño. Despejamos la mente, preparamos el cuerpo antes de ir a dormir, abandonamos la rutina y nos adentramos en un completo estado de calma. Es preferible el papel o e-reader a ordenadores o tabletas: la luz artificial nos estimula, y momentos antes de soñar necesitamos relajarnos. Habituándote a leer para despedir el día, amanecerás con más energía y de mejor humor.
IMAGINA
La lectura impulsa nuestra creatividad. La literatura esconde infinidad de maravillosos lugares, misterios esperando ser desvelados, tierras inexploradas. De cada libro se aprende, independientemente del género.
Gracias a la literatura, podemos ver el mundo desde variadas y muy diversas perspectivas, lo que a su vez enriquece nuestra propia percepción de lo que nos rodea. Evadimos la realidad, adentrándonos y explorando la nuestra propia.
Además, leer abre las puertas a nuevas experiencias y amplía nuestros horizontes. Leyendo, vivimos.
No importa la edad que tengas o el género literario que te guste. No importa si el libro es largo, o por contra, muy breve. Déjate llevar por la historia, por los personajes y sus sensaciones, sus sentimientos. Disfruta. Si te gusta leer, lee.
Y hablando de leer... ¡nos leemos (valga la redundancia) pequeñ@s caminantes de otoño!
Y hablando de leer... ¡nos leemos (valga la redundancia) pequeñ@s caminantes de otoño!
¡Hola! Muy buena la entrada, nos recuerda que la lectura no solo es una afición para todos nosotros, sino que verdaderamente nos ayuda y beneficia sin apenas darnos cuenta. En mi caso mi memoria necesita mucha más actividad que la lectura, porque un pez a mi lado es un disco duro.
ResponderEliminarOjalá nos concienciaran más sobre todos sus beneficios, por eso esta entrada me parece estupenda.
¡Muchos besos!
Holaa
ResponderEliminarMe encantó esta entrada, me parece genial recordar de vez en cuando todos los beneficios que tiene la lectura para aquellos que la llevamos a cabo, me encantó por ello leerte, y leer esta maravillosa entrada, y te digo que la que más noto yo es la del estres porque lo uso precisamente para desestresarme en muchas ocasiones
¡Un besazo!