Colmillo Blanco

Al poco de nacer en la tierra yerma y gélida del Ártico, Colmillo Blanco, un mestizo de perro y lobo, descubre que la vida está gobernada por una ley inexorable que lo obliga a "comer o ser comido". Es la ley del más fuerte, un descarnado principio que el protagonista acaba de asimilar cuando, tras irse a vivir a un campamento de indígenas, es atacado sin tregua por un perro lobo curtido en mil peleas, más grande y más robusto que él. La hostilidad del entorno y su propia inteligencia innata hacen que Colmillo Blanco desarrolle una agresividad y una astucia que le permiten sobrevivir, sobre todo cuando un tipejo malcarado y sádico lo convierte en un perro de pelea que acaba con sus rivales. El destino del protagonista, sin embargo, cambiará radicalmente al cruzarse en su camino Weedon Scott, un compasivo minero que con sus cuidados y su ternura logrará convertir al fiero protagonista en un perro fiel y afectuoso. Al igual que la violencia engendra violencia, el bálsamo del amor obra milagros, nos dice Jack London en este desenlace feliz con el que atempera el sombrío determinismo al que nos tienen acostumbrados los naturalistas. 

Antes de empezar la reseña, queremos agradecer a la editorial Vicens vives el ejemplar para reseña, ya que teníamos muchas ganas de leer esta novela, ya que la película es una de mis favoritas de cuando era pequeña y, aunque llevo mucho tiempo sin verla, pronto volveré a hacerlo.



Desde nuestro punto de vista, esta novela es una de las mejores para entender las relaciones que existen entre los seres humanos y los animales, la manera en la que el carácter de un lobo (con su naturaleza salvaje) es capaz de cambiar cuando los seres humanos lo tratan como lo es: un ser vivo.

Hace mucho tiempo que no vemos la película, pero creemos recordad que el final en ésta es diferente, pero el final de esta novela nos ha gustado mucho, mostrando la fidelidad del cánido. Ya que el carácter de Colmillo Blanco cambia según la manera en la que es tratado.

Es una novela desgarradora, en la cual es el propio Colmillo Blanco el que nos cuenta la historia, haciéndonos comprender en cada momento lo que siente. Y nosotros, como seres humanos, somos capaces de alegrarnos con él cuando está feliz, pero también de llorar y de sufrir cuando él lo está pasando mal.

Es una novela que merece la pena ser leída por todos los amantes de los animales. Aunque puede que en algún momento haga falta tener una caja de pañuelos al lado.