La buscadora de niños

Naomi Cottle encuentra niños desaparecidos. Cuando la policía abandona su búsqueda y se detiene la investigación, las familias la llaman. Posee un sentido raro e intuitivo, nacido de su propia experiencia, que le permite tener éxito cuando otros han fallado.
Madison Culver lleva desaparecida tres años. Ocurrió durante un viaje familiar a los bosques montañosos de Oregon, en el cual habían ido a talar un árbol para la Navidad. Poco después de su desaparición, las tormentas de nieve barrieron la región y las autoridades supusieron que murió congelada.
Pero Naomi sabe que Madison no está muerta. Mientras persigue implacablemente la verdad detrás de la desaparición de la niña, los fragmentos de un sueño oscuro perforan las defensas que la han protegido durante mucho tiempo. Si encuentra a Madison, ¿podrá Naomi por fin descubrir los secretos de su propio vida?

Antes de empezar, queremos dar las gracias a la editorial DnxEspaña por la colaboración con el blog con un libro, además, que nos ha gustado bastante más de lo que nos esperábamos, y eso que ya íbamos con las expectativas bastante altas.

Naomi fue, en su día, una niña perdida, pero no sabremos nada más sobre su pasado hasta que vayamos avanzando en las páginas. De hecho, el motivo por el que se ha convertido en una buscadora  de niños lo desvelan al final de todo. 

Así que Naomi se centrará en Madison, una niña desparecida hace tres años. Sus padres se niegan a pensar que pueda estar muerta, y por eso contratan a Naomi, que tendrá por delante un arduo trabajo para poder encontrar a la niña. Así que con mucho esfuerzo, se irá ganando la confianza de los habitantes del pueblo, para que le puedan dar información acerca de posibles paraderos, y de las demás personas que viven allí.

Mientras transcurre la historia, Naomi va a tener unos sueños bastante raros, que nos van a ir dando pistas sobre lo que le ha pasado en su infancia, además de mezclar esta historia de búsqueda y misterio con un cuento de hadas, que se convierte en necesario para poder sobrevivir. 

Así nos encontramos con un libro que merece la pena ser leído, que hará que nos preocupemos por la pequeña Madison, que empaticemos con Naomi, y que en algún momento que otro, nos sacará una gran sonrisa.