La chica que oía canciones de Kurt Cobain

Seguro que tu también recuerdas la primavera del noventa y cuatro. Una época de amistad, de ilusiones, de los primeros amores y las decepciones más crueles. Y recordarás cómo el suicidio del líder de Nirvana sacudió el mundo de la música y lo truncó para siempre. Así fue también para mi, entonces veinte años más joven, y ahora quiero contarte cómo descubrí, entre tigretones, chicles de a duro, programas del "Un, dos tres" y a golpe de beso y guitarra, que la vida era mucho más que una partida de videjuego. Quiero contarte cómo irrumpió en mi vida y cómo cambió mi universo la chica que oía canciones de Kurt Cobain. Esta es la historia de cómo el primer amor pone patas arriba las piezas de nuestro tablero, de cómo la música alimenta nuestro corazón y de esos recuerdos que vuelven a visitarnos cuando menos lo esperamos. 

Desde Mundo Gamusino, lo primero que queremos hacer es dar las gracias a la editorial Siete Islas por la colaboración con el blog y darnos la oportunidad de leer y reseñar esta novela.



El título nos llamó la atención, y la verdad es que la sinopsis también. Como personas que hemos nacido en los ochenta y hemos crecido en los noventa, es una historia que nos ha hecho revivir muchos recuerdos y nos ha sacado más de una carcajada al rememorar ciertos programas, canciones, juegos... que se dieron a conocer en aquella época.

Aunque en aquella época nos parecíamos bastante al protagonista masculino de aquella época (Mecano, Michale Bolton, Laura Pausini...) no podemos olvidar que esa época fue en la que más impacto tuvo el grunge, con grupos como Nirvana y Pearl Jam entre otros. Y, aunque nosotros hemos llegado tarde a conocer ese estilo de música, si sabemos que ha sido una época muy importante, y que la desaparición de Kurt Cobain ha marcado un antes y un después en ese determinado estilo de música.

Así que, desde Mundo Gamusino, recomendamos a todos los nostálgicos que tengan ganas de recordar ciertos hitos de la época, se hagan con este libro y lo lean. Es cortito, no llega ni a 200 páginas, pero os sacará más de una sonrisa, y quizá, mas de una carcajada.