Máscaras

Máscaras cuenta la historia de una pequeña ciudad de Estados Unidos donde cinco jóvenes van a la guerra, y solo uno regresa. Es una historia de pérdida: pérdida colectiva, individual, de la belleza, de la vida, de la identidad. Y cuenta la historia de amor de una joven con un hombre roto, y el amor de ese soldado herido por una joven común y corriente. También es una historia de amistad que supera la angustia, del heroísmo que desafía las definiciones comunes. 

Hoy os traemos la reseña de Máscaras, un libro que barios amigos llevaban tiempo recomendando, y salió como una de las lecturas del mes de enero del Club de Lectura Lectores Empedernidos, así que decidimos lanzarnos a por él.



La verdad es que lo hemos cogido con algo de miedo, ya que el anterior libro que hemos leído de esta autora, Siempre Blue, no terminó de convencernos, y éste, a pesar de que nos ha gustado más que el otro, tampoco podemos decir que nos haya llamado la atención especialmente, pero quizá por haber ido con la opinión del anterior.

Es cierto que en esta novela se cuenta una historia muy dura, una historia que desde el principio se ve que va a tener un final determinado para muchos de los personajes, aunque en algunos casos nos hemos de llevar más de una sorpresa.

La historia es muy interesante, ya que trata algunos temas que en el día a día de casi todo el mundo son temas tabú, o no se conocen por falta de información, pero que podría pasarnos a cualquiera. Nadie esta libre de nacer con una condición u otra. O de tener un accidente en cualquier momento (cierto que en el libro pasa en una zona de conflicto, pero nadie está libre de tener un accidente y tener muchas cicatrices por culpa del mismo).

Es una historia que nos va allegar muy adentro, pero el motivo por el que el libro no nos ha terminado de convencer del todo, es que introduce muchas temáticas diferentes para explicar lo que pasa en el pueblo. Para explicarnos mejor: dentro de la trama se habla del conflicto bélico en Europa del Este, malos tratos, enfermedades degenerativas, superficialidad... Sinceramente, creemos que si la historia estuviera centrada solo en una o dos de las situaciones anteriores, la autora podría haber dado mucho más de sí misma y habernos llegado más profundamente.

Aún así es un libro que merece la pena leer, ya que hemos pasado un rato muy entretenido y se nos han juntado muchas emociones juntas.