Ocho
Mía tiene un trabajo inusual: se dedica a hacer felices a las personas sin que ellas sepan que lo hace por trabajo. Precisamente por eso la contratan los padres de Max, un chico que ha intentado suicidarse. Cuando los caminos de ambos se crucen, saltarán chispas, él no quiere verla ni en pintura, ella tiene que hacer todo lo posible por devolverle la felicidad.
Después de haber leído Timantti, otra novela de la misma autora que nos ha gustado mucho, no lo pensamos mucho a la hora de lanzarnos a leer su segunda novela, la cual no tiene nada que ver con la anterior, y es un libro autoconclusivo.
En esta historia conocemos a Mía, una chica joven con un pasado que no conoceremos hasta bien la entrada la historia, y cuyo trabajo consiste en hacer feliz a la gente, con sus propias reglas que, como podéis averiguar por el título, son ocho.
La novela tiene una trama sencilla, muy fácil y ágil de leer que hará que pasemos un rato agradable mientras vamos avanzando página a página, aunque no podemos considerar que sea una de las mejores lecturas del año, ni por asomo.
Las dos únicas pegas que podemos encontrar entre sus páginas son las siguientes: la primera es que al leer la historia nos da la impresión de que los personajes viven en la época actual, pero éstos se van a un concierto de Nirvana, y teniendo en cuenta que Kurt Cobain murió hace muchos años, y la banda no se ha reagrupado, es nada factible. La segunda es que hay una escena en la que dice que como llegó de las primeras a la puerta de embarque de un avión, ha sido de las primeras en entrar, cuando siempre que vas en avión hay un orden estricto para entrar en él, y no es, precisamente, por orden de llegada.
A persar de estos dos pequeños "inconvenientes", por llamarlos de alguna forma, podemos decir que nos ha gustado poder leer la novela ya que nos apetecía leer algo ligero, y animamos a la autora (que por cierto, solo tiene 17 años) a que siga escribiendo para que podamos conocer más historias suyas.
Hola!!
ResponderEliminarEste libro la verdad que no me llama.
Un besin :)