Mil veces hasta siempre

Aza nunca tuvo intención de investigar el misterio del multimillonario fugitivo Russell Pickett. Pero hay una recompensa de cien mi dólares en juego, y su mejor y más atrevida amiga, Daisy, no está dispuesta a dejarla escapar.
Juntas, Aza y Daisy recorrerán la corta distancia y las enormes diferencias que las separan del hijo de Russell Pickett, Davis. Aza lo está intentando. Trata de ser una buena hija, una buena amiga, una buena estudiante y, tal vez, una buena detective, mientras vive en la espiral cada vez más oscura de sus propios pensamientos, una y mil veces hasta siempre.

Desde hace tiempo, en Mundo Gamusino tenemos una relación de amor-odio con John Green, ya que Bajo la misma estrella es un libro que nos ha encantado, pero otras de sus novelas que hemos leído nos han dejado bastante vacíos, pero como Mil veces hasta siempre ha salido como una de las lecturas de febrero del Club de Lectura Lectores Empedernidos, hemos decidido darle una oportunidad.



La temática nos llama la atención, hay poco libros o autores que se atrevan a hablar directamente sobre una enfermedad mental, ya sea en general o en concreto, y nos llamaba la atención la trama de esta novela.

La verdad es que la historia que cuenta nos ha gustado mucho, pero la forma en cómo ha reflejado el trastorno obsesivo-compulsivo no nos ha convencido del todo. Quizá, el personaje que menos nos hemos creído ha sido la madre. Cierto es que, por norma general, las madres tienden a ser sobreprotectoras, y más cuando tienen un hijo/a con una enfermedad mental y solo están ellas para cuidar de ellos. Pero en este caso la madre es, por decirlo de alguna manera, muy liberal.

El personaje de Aza está muy bien logrado, creemos que con ella Green ha conseguido llegar al lector y explicar, de alguna manera, lo que se siente cuando se sufre TOC, aunque claro está, no todos tienen fijación con el mismo problema.

De todas maneras, como reflejo de lo que es el TOC, nos gusta más cómo está explicado en la película Mejor Imposible de Jack Nicholson y Helen Hunt.