Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes

Érase una vez... ¿una princesa? ¡Por supuesto que no! Había una vez una niña que quería ir a Marte. Hubo otra que se convirtió en la jugadora de tenis más fuerte del mundo y otra que descubrió la metamorfosis de las mariposas. De Serena Williams a Mala Yousafzai, de Rita Levi Montalcini a Frida Kahlo, de Margherita Hack a Michelle Obama, hay 100 mujeres contadas en estas páginas y retratadas por 60 ilustradoras de todo el mundo. Científicas, pintoras, astronautas, levantadoras de pesas, músicos, jueves, chefs... ejemplos de valentía, determinación y generosidad para cualquiera que quiera hacer realidad sus sueños. 

Teníamos este libro en nuestra lista de pendientes desde hace mucho tiempo, y nos hemos decidido a leerlo ya que salió como la lectura conjunta en narrativa del club Oasis literario, así que nos hemos lanzado a la piscina y nos ha durado muy poco tiempo.



Tenemos que reconocer que es un libro muy entrañable, nos ha gustado mucho. Nos cuenta historias duras, de mujeres que han conseguido todos sus sueños en la vida a base de mucho esfuerzo. Mujeres desde Cleopatra hasta Michelle Obama, pasando por Florence Nightingale y Coco Chanel, entre muchas otras.

Un recopilatorio de sus vidas, de como crecieron y cómo han conseguido lo que se proponían, a pesar de que la sociedad y la cultura de la época jugaba en su contra. Algunas historias son muy bonitas, otras son desgarradoras, pero todas ellas han dejado una huella en la sociedad.

Muchas de las mujeres que aparecen en este recopilatorio que son muy famosas, de otras, no habremos oído si quiera hablar, pero todas ellas tienen o tuvieron un papel muy importante en la sociedad, marcando un antes y un después en su sociedad.

Tenemos que reconocer que nuestras historias favoritas son la de Marie Curie, una mujer que murió a causa de una anemia aplásica causada por su investigación con la radioactividad, y Florence Nightingale, que ha reducido la muerte por infección nosocomial en los hospitales gracias a la higiene y el lavado de manos (aunque en el libro no lo dice, la redujo de un 98% a un 2% durante varios años de formación al personal sanitario en la higiene antes de atender a cada paciente).