Momo

Momo es una niña que posee la maravillosa cualidad de saber escuchar a los demás y que desea ayudar a la gente a humanizar sus vidas. Sobre todo cuando los hombres grises deciden apoderarse de uno de los vienes más preciados que poseen las personas: su tiempo. Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón. 

Después de muchos años, nos apetecía hacer una relectura de uno de los libros más famosos de Michael Ende, autor que nos ha conquistado con La historia interminable, y que lo hizo con Momo en su momento, y ahora, leyendo el libro con otra madurez, nos ha vuelto a sorprender.



Momo es una niña huérfana que no tiene un hogar como tal, pero es feliz con lo que tiene. Sus amigos, los habitantes de la ciudad, siempre le traen cosas para que pueda comer, y siempre pasan tiempo con ella, ya sea jugando o contándole sus problemas porque, aunque Momo solo sea una niña, tiene solución para todo.

Pero un día empiezan a llegar los señores grises a la ciudad, y consiguen que todo el mundo ahorre tiempo (que es lo que a ellos les da la vida), olvidándose de cosas tan importantes como los amigos o de disfrutar, simplemente por estar vivos.

Eso afecta mucho a Momo, ya que de repente se encuentra sola. Pero esta joven y valiente niña no se rendirá, e intentará luchar contra los hombres grises para que les devuelvan su tiempo a sus amigos.

Es una historia llena de aventuras en la que nos encontramos con un mensaje muy importante, y que en algún momento puede abrirnos los ojos para entender qué es y qué no es tan importante. Cierto es que el trabajo es importante, pero los habitantes de esta aldea se han olvidado de todo lo demás, llegando a ser huraños y malencarados, sin un ápice de compasión.

Así que es un libro que recomendamos a todo el mundo, ya que es una de esas historias que tienen algo que enseñarnos, y no hay nada mejor para verla, que leerla por nosotros mismos.