El guardián de los objetos perdidos

Anthony Peardew, célebre autor de relatos que se acerca al final de sus días, ha pasado la mitad de su vida coleccionando objetos extraviados, tratando de expiar una promesa rota años atrás. Con el tiempo en su contra, decide legar su casa y todos los tesoros perdidos a su asistente, Laura, la única persona en quien confía que cumplirá su promesa y reunirá los cientos de cachivaches con sus legítimos dueños. El último deseo de este guardián de objetos perdidos desencadena una serie de encuentros afortunados que dan una segunda oportunidad a todos aquellos que creían haberse extraviado. 

La verdad es que de este libro nos ha llamado la atención tanto su portada como el título, así que hemos decidido darle una oportunidad, y la verdad es que nos ha salido bien. No podemos decir que sea uno de los mejores libros que hemos leído, pero sí podemos afirmar que es de esas historias que te dejan con un buen sabor de boca al terminarlas.



Esta novela nos cuenta la historia de Anthony, la promesa que hizo y por qué es tan importante que Laura cumpla con su legado. Pero, a la vez, nos cuenta la historia de otros dos personajes que van a resultar ser muy entrañables y de los que vamos a querer saber más según se avanza en el libro.

Cuando Anthony se dio cuenta de que su promesa estaba rota, aunque fuera por accidente, intentó expiar su "pecado" guardando los objetos perdidos por otras personas, etiquetándolos con la fecha y el lugar donde los había encontrado. Y ese va a ser el trabajo de Laura cuando Anthony ya no esté con ella, ya que va a ser la única manera de que pueda cumplir su objetivo.

Cuando Laura empieza con su misión, también se va a encontrar con unos curiosos ayudantes. Una de ellas, es una joven que nos va a sacar más de una carcajada, ya que tiene alguna respuesta digna de admiración.

Las dos historias que nos cuentan van a converger en algún momento, y la verdad es que nos ha gustado mucho cómo lo hacen. Aunque tenemos que reconocer que el final de la historia de Laura nos ha parecido un pelín forzado, quizá nos hubiera gustado que hubiera algo más.

Aún así, es un libro que recomendamos leer a todos los románticos a los que les gusten las historias en las que el amor no es lo más importante, pero sí el cariño con el que se hacen las cosas, sobre todo, cuando hay un motivo de peso detrás.