El proyecto de mi vida
Branon Sivon, dueño del prestigioso bufete de abogados Sivon-Cardigan de Nueva York, adora a su hija, Sharon, a quien ha ido preparando desde pequeña para que se haga cargo del negocio familiar cuando él falte. Sin embargo, Branon fallece inesperadamente, y Sharon, lejos de sentirse capaz de tomar las riendas del bufete, debe afrontar otro duro revés cuando encuentra una antigua foro suya junto a una niña que se le parece mucho. Todas sus sospechas quedan resueltas cuando descubre una caja con un diario y los recibos bancarios de unos ingresos que su padre había estado haciendo a una entidad desde la misma fecha en que ella nació. De este modo averigua que ella es adoptada y que la otra niña es su hermana.
Hannibal, su prometido, intenta que la noticia no salga a la luz, ya que si el gabinete jurídico para el que trabaja se entera de que Sharon no es la hija biológica del magnate Branon Sivon y de Adele Cardigan, todas sus aspiraciones políticas se irán al traste. Pero Sharon necesita respuestas, por lo que iniciará un viaje durante el que, además de reencontrarse con su hermana melliza y con sus otros dos hermanos, conocerá a un hombre que le hará creer en la última palabra que su padre le susurró al oído antes de morir.
Como siempre, Megan Maxwell no defrauda. La verdad es que estos días tenía la necesidad de leer algo de este estilo, una novela fresca a la vez que intensa que hemos terminado de leer bastante pronto. Aunque eso nos pasa con todos los libros que hemos leído de esta autora.
Sharon es una joven de 32 años que es abogada y trabaja en le bufete de su padre, el cual heredará cuando su padre falta. Y los problemas empiezan cuando su padre fallece repentinamente y todos los problemas le vienen encima.
A partir de este suceso, Sharon va a tener muchos frentes abiertos que nos van a mantener pegados al libro con la necesidad de saber cuál va a ser el siguiente paso tanto de Sharon, como de aquellos que lo único que quieren es hacerle la vida imposible.
Dentro de la historia vamos a tener a unos cuantos personajes secundarios, algunos van a ser importantes para el desarrollo de la historia, y otros no tanto. Pero dentro de estos personajes, tenemos que reconocer que alguno de ellos es bastante plano y podría haber dado algo más de sí.
También tenemos que decir que hubo un momento hacia la mitad del libro, en el que el mensaje que quiere enviar Megan en esta historia se nos ha hecho demasiado repetitivo. Tanto, que hemos llegado a aborrecerlo un poco. Queremos aclarar que estamos completamente de acuerdo con el mensaje, pero cuando algo se hace repetitivo, también satura, y creemos que eso es lo que nos ha pasado a nosotros.
Aún así, hemos disfrutado mucho de esta novela de Megan, ya que nos ha entretenido bastante y ha conseguido sacarnos más que de una carcajada.
Uf gamusinos, a mi es que de verdad esta autora no me gusta nada, mira que lo he intentado pero no puedo y ella me cae muy bien en persona pero su pluma y no congeniamos.
ResponderEliminarUn bes💕