Pociones: Alquimia
Tras haber sido nombrada la maestra alquimista más joven de la historia del gremio, Sam solo espera relajarse en unas merecidas vacaciones y, tal vez, tener una cita normal con su novio, sin amenazas de muerte ni criaturas fantásticas acechando en los alrededores...
Pero parece que la familia Kemi no está hecha para descansar, porque entonces llega una noticia inesperada: después de contraer matrimonio, la princesa Evelyn ha empezado a revelar síntomas de una extraña enfermedad. Y, por supuesto, eso solo indica que las aventuras de Sam no han hecho más que empezar.
Después de haber leído la primera y segunda parte de esta trilogía, necesitábamos saber cómo terminaba, ya que el final del segundo libro nos ha dejado bastante intrigados.
Así que un par de meses después de que saliera esta última parte a la venta, nos hemos hecho con él, y hemos hecho lo propio. Y tenemos que decir que nos ha gustado mucho como ha evolucionado la vida en Nova y cómo ha tenido que enfrentarse Samantha a los diferentes retos que se le han presentado delante.
En este último libro, Sam tendrá que trabajar duro para salvar a la población de Nova y del país vecino, Gergon, que están siendo contagiados por un virus que está mermando a la población de ambos países, y debilitando a los dotados.
Para ello, tendrá que volver a hacer caso a su instinto y a los consejos de su abuelo, el cual siempre la ha apoyado y le ha dado buenos consejos, teniendo que viajar a un país desconocido enfrentándose a criaturas de las que conoce, pero no ha visto nunca.
La verdad, es que ha merecido mucho la pena leerlo, ya que la autora ha conseguido transmitirnos todas las sensaciones de Sam, de manera que nos hemos llegado a poner nerviosos cuando ella lo estaba. Además de que la ambientación es estupenda y muy detallada. Amy consigue que queramos visitar esos remotos y "fantásticos países.
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