Neimhaim: Los hijos de la nieve y la tormenta

Lo que ahora os contaré es tan cierto como que el fuego quema y el hielo, también. Sabed, amigos míos, que dos pueblos, dos grandes clanes, habitaban una tierra apartada del resto del mundo. Se creían tan diferentes como la noche lo es del día, y en verdad, os lo aseguro, lo eran. Amante del coraje y de las armas era el clan Kranyal, guerreros de braco corazón y maestría en el arte de la lucha. Protectores de la vida y la serenidad eran los Djendel, pacíficos sacerdotes bendecidos con habilidades que iban más allá de lo natural. cuyo uso restringía con estrictos códigos. Sus historias discurrían por separado, pero un día la frágil armonía quedó alterada y el entramado del destino cambió para siempre. Ambos pueblos salvaron sus recelos y unieron sus caminos por la fuerza de la necesidad. Juntos fundaron un joven reino llamado Neimhaim. Largo y quebradizo sería el camino de su unión; para allanarlo, sus líderes pactaron ceder el mando a sus hijos primogénitos, quienes regirían Neimhaim como esposa y esposo. No podían imaginar que, lejos de allí, un dios desterrado urdía pacientemente un plan para hacer de esos niños un instrumento de venganza contra sus iguales. 

Después de que bastante gente nos estuviera insistiendo para que leyéramos este libro, nos hemos lanzado a la piscina y lo hemos leído, y tenemos que reconocer que nos ha gustado mucho más de lo que esperábamos. Eso sí, también reconocemos que tenemos que dejar un tiempo prudencial antes de leer su continuación.



Como bien dice en la sinopsis, la historia de este libro empieza con dos clanes separados que, para poder controlar lo que sucede en sus tierras y hacer frente a la guerra, tienen que unirse en una alianza sin precedentes.

La forma en la que se forma esa alianza, y el tiempo que transcurre hasta que se haga efectiva va a ser largo (unos 18 años), donde veremos crecer a nuestros protagonistas. Tenemos que recordar que cada uno de ellos proviene de un clan diferente, por lo que, aunque sean hermanos de crianza, van a recibir una educación diferente, y ellos mismos van a temer muchas diferencias entre sí, algunas de ellas puede que sean insalvables.

Una vez que se firme definitivamente la alianza, nuestros protagonistas se van a enfrentar a un sinfín de problemas que van a poner en peligro tanto sus vidas como la propia alianza. Y es en este momento donde nos adentramos en la historia del reinado de nuestros dos jóvenes reyes.

Tenemos que reconocer que hay una parte de este camino que se nos ha hecho un poco lenta, pero llega un momento que la historia sufre un giro de 180º que nos va a mantener pegados al libro hasta que lo terminemos (y son casi 900 páginas).

Uno de los aspectos que más nos ha gustado de este libro es la ambientación en la mitología nórdica, y también lo bien construidos que están los personajes, ya que cada uno de ellos, incluso los secundarios, tienen mucho que decir en el transcurso y desarrollo de la trama, produciéndonos aún más curiosidad por saber lo que va a pasar.

Como hemos dicho al principio, no creemos que vayamos a leer pronto su segunda parte ya que, aunque este libro nos ha gustado, necesitamos descansar un poco de la mitología nórdica y dedicarnos un poco a otros menesteres, pero no descartamos que sea una de las primeras lecturas del 2019.