Cazadores de sombras. Ciudad de cristal

Arriesgando su vida, Clary no duda en entrar en la Ciudad de Cristal sin permiso. Además, ha conocido a un misterioso y encantador cazador de sombras llamado Sebastian y está decidida a descubrir los secretos de su pasado familiar. Pero otras urgencias la apremian: lidiar con la insolencia de Jace, reencontrarse con Simon y, sobre todo, conseguir que licántropos, vampiros y cazadores de sombras dejen a un lado sus diferencias y aúnen fuerzas para vencer a Valentine.  

Seguimos con la relectura, y le ha tocado el turno a Ciudad de cristal. La verdad es que de este libro sólo nos acordábamos de un pequeño detalle, que luego resulta ser muy importante para la trama, pero del resto del libro no nos acordábamos de nada.

Así que volver a leerlo nos ha gustado mucho, porque hemos podido disfrutar de la lectura como si lo estuviéramos leyendo por primera vez, poniéndonos algo nerviosos en alguna escena determinada, ya que, aunque conocemos el final de la saga (de eso no nos hemos olvidado), las emociones que transmiten los personajes a lo largo de las páginas nos han calado un poco.

Cierto es que en este libro hubo momentos en los que lo único que queríamos hacer era pedirle a Clary que espabilara. En muchas ocasiones nos ha parecido que se comportaba como una niña repelente y caprichosa, cuando la situación requería una madurez y entereza completamente diferentes.

Pero, por suerte, va evolucionando a lo largo de las páginas, dándose cuenta de hay algo que se espera de ella, y que no va a conseguirlo si sigue comportándose así. También ha habido evolución en Isabelle y Alec. Creemos que son los personajes que más nos han gustado en esta entrega de Cazadores de sombras.

En cuanto a las batallas, nos ha gustado mucho el desarrollo y desenlace de las mismas, ya que han conseguido mantenernos en tensión hasta su resolución (no siempre buena para nuestros intereses), y nos hemos quedado con ganas de saber qué es lo que va a pasar a continuación.