Frankenstein
Durante el lluvioso verano de 1816, cuatro de los escritores ingleses más talentosos de su tiempo se dieron cita en Villa Diodati. La mansión a orillas del lago Ginebra fue el escenario en el que Lord Byron, John Polidori, Percy Bysshe Shelley y Mary Shelley se retaron a escribir una historia de terror. Aquel juego llevó a la autora londinense a crear Frankenstein, una de las grandes cimas del horror gótico y una brillante reflexión sobre la ética científica. La novela narra el intento de un joven estudiante de medicina de crear vida artificial y las terribles consecuencias de su experimento.
Desde que vimos que Alma Editorial había sacado una edición ilustrada de este clásico, no nos pensamos en si queríamos leerlo o no. Es uno de nuestros clásicos favoritos, y tenía que venirse para la estantería, y eso ha sido posible gracias al amigo invisible del club de lectura Stranger Fluzos.
Creemos que todo el mundo conoce más o menos la historia que se relata en Frankenstein, pero aún así, leyéndola te transmite mucho más de lo que nos habíamos llegado a imaginar.
Todos los personajes consiguen transmitir desde que le les presenta, tanto Robert Walton, como el propio Víctor o cualquiera de los habitantes de Ginebra o del pueblo de Francia donde alguno de los personajes pasa una temporada. Según avanzamos podemos casi llegar a sentir la desolación, la amargura, la felicidad y la angustia que nos relatan los personajes del libro.
Creemos que es uno de los clásicos que hay que leer al menos una vez en la vida, la historia convence, es un libro pionero en la ciencia ficción y además escrito y publicado por Mary Shelley en una época en la que las mujeres tenían que publicar con pseudónimo la mayoría de las veces.
También tenemos que reconocer que las ilustraciones de esta edición, realizadas por John Coulhart. nos han gustado mucho, aunque nuestro gran protagonista no se parece en nada a como nosotros nos lo imaginamos.
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