No soy un asesino

El veintidós de diciembre de 1973 apareció en Mataleñas, Santander, el cadáver de Marta Robles decapitado y con una nota manuscrita escalofriante. Sería el primero de una retahíla de asesinatos que parecen irresolubles.
El inspector de homicidios Santiago Pedraza será, junto con su equipo, el que intente resolver el que parece ser el crimen perfecto. 

Ésta es la tercera novela escrita y publicada por Carmen Galdeano Ligero, y teníamos muchas ganas de leerla porque sus dos primeras novelas nos han gustado bastante, pero ésta no ha llegado a convencernos. Por suerte, la autora es una persona muy cercana, y hemos podido hablar con ella sobre los detalles que menos nos han convencido de la historia.



La trama en sí, promete. Nos ha enganchado, queriendo conocer quién era el asesino desde el minuto uno. Pero hemos visto al principio un par de fallos (entre ellos, el cambio de la voz del narrador sin previo aviso) que nos ha dificultado un poco la lectura. Una vez solventado ese "bache", la lectura continúa muy ligera.

La protagonista, Teresa, es una joven que se ha prometido a sí misma reabrir el caso de Mataleñas para poder encontrar al verdadero culpable, ya que alguien ha sido acusado injustamente, y ha tenido que pasar 40 años en prisión por el crimen que ha cometido otra persona.

El libro está narrado en dos espacios temporales, el presente, donde la protagonista es Teresa, y cuenta la historia en primera persona. Y el otro espacio temporal son los años 1973 y 1974, donde Teresa cuenta los sucesos ocurridos y cómo su abuelo dirigía la investigación de dichos crímenes. 

Estamos seguros de que Carmen Galdeano aún tiene mucho juego que dar en el mundo del thriller, así que esperamos que publique más novelas para poder leerlas.