Como el hielo
Para Sidney, estar enamorada de Kyler no es nada nuevo. Han sido mejores amigos desde que él la empujó en el patio del colegio y ella le obligó a comerse un pastel de barro... Y fue poco después cuando empezó a sentir algo por él. Entonces, ¿cuál es el problema? Kyler es el chico más guapo de la facultad. Nunca sale con una chica más de un mes seguido, y ya que es su último año en la universidad, Sid no quiere arriesgar su amistad declarándole su amor.
Kyler siempre ha sabido que Sid está totalmente fuera de su alcance. Ella es perfecta. Lo es todo para él. Sin embargo, siempre ha intentado ocultar sus sentimientos por ella. Después de todo, Kyler es el chico impulsivo que toma malas decisiones, y Sid siempre será la única chica que no puede tener. Pero cuando quedan atrapados en una tormenta de nieve, no hay nada que impida que sus sentimientos al rojo vivo salgan a la superficie. ¿Podrá su amistad sobrevivir a la atracción? O mejor aún, ¿podrán sobrevivir ellos? Porque mientras la nieve cae, alguien está acosándolos, y ese inocente viaje podría cambiar su vida en más de un sentido.
Antes de seguir con la reseña queremos aclarar que este libro lo hemos abandonado cuando íbamos por la mitad, ya que nos estaba aburriendo, asqueando y no queremos tener que enfrentarnos a lecturas que realmente no nos están llenando, sino que preferimos aprovechar el tiempo con lecturas que realmente nos merezcan la pena. Aún así, como siempre, esta es nuestra opinión personal, y sabemos que a cualquier otra persona este libro le puede gustar y respetamos esa opinión y, por ende, nos gustaría que se respetara también la nuestra.
El motivo más importante por el que no nos ha gustado el libro es que los personajes son totalmente clichés: ella está enamorada de Kyler sólo porque es un chico guapísimo y está buenísimo (éstos son los dos únicos motivos que se mencionan en el libro); él puede tener rollos de una noche con todas las chicas que le apetezca, pero ella no tiene permitido ser un poco promiscua (así que aquí tenemos al perro de hortelano, que ni come ni dejan comer).
Otros detalles que no nos han gustado es la superficialidad de los personajes en otros muchos aspectos, como por ejemplo, que le haya salido un grano en la barbilla, y que ése sea el mayor drama del mundo, pero en cambio la tormenta de nieve que llevan varios días anunciando por la radio es una completa trivialidad.
Otro pasaje que nos ha parecido más que absurdo ha sido cuando Sid describe que no se puede dar una ducha porque no se quiere mojar el pelo. Al menos en el mundo en el que nosotros vivimos, nos podemos recoger el pelo para no mojarlo, e incluso utilizar gorros de ducha cuando son necesarios.
Una vez que están atrapados en la tormenta de nieve aparece, de la nada, un acosador. Éste es el momento en el que la autora le quiere dar un toque de thriller a una novela romanticona y sin sentido alguno, consiguiendo que estas escenas estén fuera de lugar.
Y básicamente en la segunda escena en la que aparece este "misterioso" personaje (que creemos saber quién es, y no nos sorprendería nada), es cuando hemos decidido dejar la novela porque nos ha parecido un sinsentido.
Como decimos anteriormente, esperamos que se respete nuestra opinión, porque no todas las personas tenemos los mismos gustos. Eso sería, por otra parte, muy aburrido.
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