Brujas y nigromantes. Rituales

El mal ha sido liberado...
El porvenir de la sociedad mágica está en juego. El aquelarre de Madrid se prepara para elegir una nueva Dama y acordar un nuevo Tratado de Paz que les permita convivir con los nigromantes. Sin embargo, sus diferencias parecen acentuarse más que nunca a medida que la intolerancia crece en ambos bandos.
Mientras tanto, la joven bruja Sabele y sus amigos intentan recuperar la normalidad con un viaje de verano a Edimburgo para asistir al FREF, un famoso festival que reúne a hechiceras de todo el mundo. En Escocia comprobarán que la magia puede ser incluso más poderosa de lo que creían.
Lo que no sospechan es que una voz, un ser capaz de corromper incluso al corazón más puro, recorre la ciudad en busca de un huésped que pueda satisfacer sus oscuros deseos.  

Después de haber leído la primera parte de esta saga, teníamos ganas de hacernos con su segunda parte, aunque teníamos "miedo" de que algunas cosas que no nos gustaron en el primer libro se repitieran en éste, pero por suerte ha cumplido con creces nuestras expectativas.



Como en el primer libro, cada capítulo está contado desde el punto de vista de cada personaje, y se nos ha hecho más fácil y más llevadero porque a todos o a casi todos ya los conocíamos.

Nos ha gustado mucho la ambientación que ha escogido la autora para continuar la trama. Aunque muchas de las situaciones siguen sucediendo en Madrid, Sabele hará un viaje a Escocia, transportándonos a un paraje mágico y místico que se mimetizará a la perfección con la trama.

Nos ha gustado mucho la evolución de todos y cada uno de los personajes, ya que lo hacen acorde a lo que la situación requiere. También hemos visto que los personajes que parecían más secundarios en la primera parte, van cogiendo relevancia conforme transcurre la historia.

En cuanto a la narrativa, creemos que la autora ha evolucionado y crecido como escritora, y estamos deseando leer la tercera parte para conocer el final, así como futuras novelas con las que nos pueda sorprender.