Cartas de amor a los muertos

Todo comienza con un trabajo de Lengua: escribirle una carta a alguien que haya muerto.
Laurel escoge a Kurt Cobain porque su hermana lo adoraba. Y porque él murió joven, como ella. En poco tiempo tiene un cuaderno lleno de cartas a Judy Garland, Amy Winehouse, Heath Ledger y muchos otros. Sin embargo, no se los entrega a la profesora. Les escribe sobre el comienzo del instituto, sus nuevas amistades, su primer amor y sobre como está aprendiendo a vivir ahora que su familia se ha roto.
Y sobre lo que ocurrió cuando su hermana aún estaba viva. 

Este libro llevaba bastante tiempo llamándonos la atención, pero no fue hasta que hemos visto que Nocturna Ediciones vuelve a publicar a la autora que nos hemos lanzado a conocerla, dejándonos con un muy buen sabor de boca y habiéndonos despertado muchos sentimientos. 

Laurel es una joven que ha cambiado del colegio al instituto, pero además coincide que va a ir a un instituto un poco alejado de su casa, por lo que no seguirá con sus amigos de toda la vida, si no que va a conocer a gente nueva. 

A lo largo de las cartas que escribe durante el curso, vamos a conocer los motivos por los que escoge este instituto, además de explicarnos poco a poco qué es lo que le pasó a su hermana y por qué ella actúa como actúa. 

Si bien el principio del libro nos ha dejado un poco fríos en cuanto a sentimientos (ya que no conseguíamos conectar con la protagonista), según nos fue explicando algunas cosas que le pasaron tanto a ella como a su hermana Amy, nos fue conquistando poco a poco consiguiendo hacernos llorar en algún momento por lo bien que la autora ha conseguido transmitir los sentimientos. 

También nos parece importante mencionar que esta historia, sin decirlo explícitamente, nos habla de las fases del duelo después de una experiencia dolorosa o una mala noticia, y la manera en que Laurel se enfrenta a ellas explica claramente cómo es ese proceso. 

Además de contarnos por lo que está pasando Laurel, esta historia también nos cuenta lo que le pasa a las amigas que conoce en el nuevo instituto y las cuales también tienen, de alguna manera, una vida complicada y cómo se enfrentan a ellas. 

La verdad es que nos parece un libro bastante adecuado para cualquier persona que haya pasado por un proceso de duelo, ya que explica que por mucha vergüenza que nos dé, es mejor contar los problemas que tenemos para que puedan ayudarnos.