El imprevisto caso del chico de la pecera

La vida de Matthew Corbin, un chico de doce años con trastorno obsesivo-compulsivo, transcurre en la más absoluta pulcritud e intimidad: su pánico a los gérmenes le obliga a vivir encerrado en su habitación. Convencido de que el mínimo trato con otras personas puede contagiarle alguna enfermedad, Matthew pasa los días mirando el mundo a través de la ventana.
Sin embargo, un hecho imprevisto sacude su existencia: un niño ha desaparecido en el vecindario, y solo Matthew puede haber visto algún indicio revelador. Sus dotes de observación y su capacidad de deducción serán el único instrumento de que dispone para desvelar el misterio. Pero ¿será capaz de atreverse a salir de su habitación para resorverlo?

La verdad es que este libro llevaba mucho tiempo en nuestra lista de pendientes y no ha sido hasta ahora que le hemos echado el guante y, para ser sinceros, es cierto que al principio nos ha sacado un poco de quicio, pero poco a poco la historia fue cogiendo ritmo e incluso nos ha emocionado hacia el final. 

Al principio, lo que nos transmite Matthew con su comportamiento es el carácter de un niño malcriado que lo que necesitaría sería "un bofetón a tiempo" por decirlo de alguna manera. Pero según avanzan las páginas nos damos cuenta de que el tema es mucho más profundo de lo que da a entender a simple vista. De hecho, hay una frase de nuestro joven protagonista que nos produce un "click" en nuestro cerebro y provoca que queramos conocerle más a fondo. 

Como en todas las historias, aquí también nos vamos a encontrar con diferentes personajes secundarios, y los que más nos llaman la atención son Melody y Jake, ya que son dos jóvenes que también han pasado lo suyo. 

La subtrama del libro, la desaparición del niño, nos ha parecido muy bien trabajada, aunque no ha dejado de recordarnos a "La ventana indiscreta", de manera que no nos ha parecido para nada original. 

Sí hemos de reconocer que el desarrollo de la enfermedad de Matthew nos ha mantenido pegados al libro e, incluso, ha llegado a emocionarnos en algún momento y nos ha dejado el corazón en un puño.

Nos ha parecido muy importante la manera en que ha tenido la autora de tratar el TOC y de explicar la importancia de hablar, de explicar lo que nos preocupa a la gente que nos rodea en el día a día. 

Es un libro que recomendamos a todas aquellas personas que tengan interés en temas relacionados con la salud mental, en concreto con el trastorno obsesivo-compulsivo porque la autora explica con mucho tacto en qué consiste.