El encuadernador

Imagina que los libros no sólo contienen historias.
Imagina que puedes ocultar entre sus páginas tus mayores miedos, tu dolor más profundo, tus secretos más oscuros. A todo el mundo. Incluso a ti mismo. Para siempre.
Emmet Farmer, después de un largo día de trabajo en el campo, recibe una misteriosa carta que le cita a incorporarse como aprendiz de encuadernador. Es una profesión que despierta miedo y superstición en su entorno. Sin embargo, como humilde campesino sin recursos, no le queda más remedio que abandonar la granja familiar.
En la casa aislada donde vive su maestra, la anciana Seredith, Emmett aprenderá a elaborar libros que, más allá de tener unos acabados muy cuidados, son tomos mágicos que conservan los recuerdos de las personas y atesoran secretos del pasado.
Quien quiere olvidarse de algún episodio del pasado, puede acudir al lugar donde los encuadernadores encierran estas vivencias en volúmenes que guardan una cripta bajo el taller: una suerte de biblioteca del olvido en la que todo permanece a la espera. Pero un día Emmett descubre su nombre en uno de esos libros...

En cuanto vimos que esta historia con esta portada tan bonita iba a salir a la venta, no hemos podido más que hacernos con ella y lanzarnos a la piscina.



Sí es cierto que nuestras expectativas bajaron un poco después de leer varias reseñas donde se comentaba que no les había gustado mucho porque se esperaban más magia. Bueno, todo es cuestión de gustos. A nosotros, en cambio, nos ha gustado mucho y nos ha parecido que tiene la magia justa y necesaria para contar la historia.

Esta novela está contada en tres partes: en el presente, contado por Emmett Farmer (nuestro protagonista); en el pasado, contado por el mismo Emmett; y de vuelta en el presente contado por otra persona, pero para evitar spoilers, no os vamos a decir quién.

Emmett Farmer vive y trabaja en la granja de sus padres, la cual cree que va a heredar. En cambio, recibe una carta de una encuadernadora que lo reclama como aprendiz. Ésto va a suponer una sorpresa para toda la familia, sobre todo porque han educado a sus hijos lo más lejos posible de los libros, ya que no están bien vistos.

Poco después se va a vivir con Seredith, una encuadernadora con mucha experiencia que intentará enseñarle el verdadero arte de la encuadernación. Y va a ser a partir d e ahí que nos vamos a adentrar de lleno en la historia, conociendo a fondo todos sus personajes.

Emmett es un personaje que nos ha gustado mucho. Es un joven que se tiene que enfrentar a muchas situaciones nuevas ya va evolucionando  a lo largo de la historia según ésta lo requiere. Alta, la hermana de Emmett, nos ha parecido un personaje muy plano y caprichoso al que le hemos llegado a coger mucha pía. Sus únicas aspiraciones en la vida son encontrar un buen marido (por otra parte, algo común en la época en la que está ambientado el libro).

A mayores, nos encontramos con Lucian, un joven perteneciente a una familia acomodada que tiene sus propios demonios. Es el pretendiente perfecto para Alta, o al menos eso piensas los señores Farmer y la propia joven; otra cosa muy distinta es que se vayan  a cumplir sus propósitos.

Y a partir de ahí tendremos una historia llena de libros de recuerdos encuadernados, de gente noble y diferentes mafias y coleccionistas que provocarán que esta historia nos enganche de principio a fin y nos quedemos con ganas de más.