Cartas a Middleton

Comienza la temporada social en Middleton y todas las miradas están puestas en Margaret Westworth, una de las solteras más codiciadas del condado. Después de años de bailes, de ser objetivo de rumores entre los habitantes del condado y de rechazar a pretendientes muy bien posicionados, su familia ha perdido la esperanza. Lo que la mayoría de los vecinos de Middleton desconocen es que, posiblemente, sea la única joven que no esté deseando casarse y formar una familia. Al menos eso piensa Margaret hasta que el caballero William Bright se cruza en su camino. 

William Bright reúne todas las cualidades que Margaret detesta en un hombre: es pretencioso, engreído y mujeriego. Aún así, desde le primer instante en que se ven, Margaret queda atrapada en la red de los enigmáticos ojos de Bright, que le llevarán a vivir un romance apasionado y provocará que dude entre lo que su mente le indica que está bien y lo que su cuerpo anhela. 

Cuando vimos que Patricia García Ferrer publicaba un nuevo libro, tuvimos ganas de leerlo desde el primer momento ya que sus dos anteriores novelas nos habían gustado mucho. Con Cartas a Middleton tenemos sentimientos enfrentados porque la historia es entretenida, pero nos hemos encontrado con una serie de fallos ortotipográficos a lo largo de las páginas que han evitado que disfrutáramos de la lectura como nos gustaría. 

En cuanto a la trama, aunque no somos grandes conocedores de la obra de Jane Austen, sí es cierto que podemos encontrarnos en este libro con una gran influencia de la autora inglesa  tanto en la ambientación como en la historia en sí. 

Margaret Westworth es una joven casadera del pueblo que ha estado posponiendo su compromiso durante varias temporadas estivales por ser fiel a sus principios, rasgo de la joven que nos ha encantado. Pero su mundo se tambalea cuando llega al pueblo el joven Bright, que conseguirá que los cimientos de Margaret se tambaleen. Aquí nos encontramos también con uno de los aspectos que nos han chirriado de esta novela. La autora ha comentado alguna vez en sus redes sociales y vídeos de Youtube que no es fan del instalove... bueno, pues es con lo que nos hemos encontrado aquí. Sinceramente creemos que si algo no nos gusta, no deberíamos incluirlo en nuestras propias historias, pero eso ya es una opinión personal. 

En cuanto al señor Bright, sinceramente su comportamiento no nos ha gustado nada siendo la caracterización perfecta del perro del hortelano, llegando incluso a crearnos cierta repulsión (aunque sospechamos que justo eso es lo que buscaba la autora cuando creó al personaje, y lo ha conseguido con creces). 

En cuanto al desenlace del libro, es algo que nos esperábamos cuando ya llevábamos aproximadamente la mitad leída, así que no nos ha sorprendido, aunque sí nos ha gustado. 

Es un libro que nos ha entretenido, pero que es, desde luego, mejorable en varios aspectos. Además de eso, la historia queda bien cerrada y no vemos la necesidad de convertirla en trilogía, así que no creemos que vayamos a continuar con la historia.