Hielo y plata

 

Dicen que lo importante es participar... Sí, claro, eso que se lo digan a una patinadora de élite. 

Para Mariya Vilamarín, llegar a lo más alto del podio es un sueño inalcanzable. Y lo peor es que la persona que la derrota una y otra vez es su propia hermana. Compaginar los estudios con una carrera deportiva, una madre exigente y esa rivalidad fraternal es una misión imposible. 

Por eso, cuando se le presenta la oportunidad de entrenar en otro país, Mariya decide dar un salto al vacío y compartir pista con estrellas de su deporte. Quizás alguno de sus nuevos compañeros pueda ayudarla a brillar con luz propia. 

Para triunfar patinando tienes que sacrificar tu vida por el hielo. Y cuidado: un solo desliz puede cambiarlo todo. 

Cuando salío este libro a la venta no teníamos claro si lo íbamos a leer o no por varios motivos, entre ellos, que aunque nos gusta el patinaje sobre hielo, no conocemos el deporte de cerca, y teníamos un poco de reparo en quedarnos descolgados. Al final nos hemos animado porque la portada es preciosa y alguna que otra persona nos lo ha recomendado. 

El libro nos presenta a Mariya y a Anastasiya. Son hermanas, se llevan once meses, ambas adoran el patinaje sobre hielo, pero Mariya siempre estará en la sombra. La autora ha conseguido que hayamos conectado con Mariya muy pronto y hasta casi casi hayamos llegado a sentir en todo momento lo que ella sentía. 

Además, nos ha gustado mucho la capacidad de los personajes de adaptarse a cada situación y evolucionar a lo largo del atrama, de manera que no hay ningún personaje plano. 

Dentro de esta historia nos vamos a encontrar con bastantes personajes secundarios, de los cuales solo vamos a destacar a Anastasiya y a Katya (la madre de nuestras dos jóvenes hermanas). 

Anasyasiya es una joven patinadora de éxito que ya ha ido a competir al campeonato europeo senior y que siempre destaca sobre su hermana. En el otro lado tenemos a Katya, una madre con un claro favoritismo por una de sus hijas y que, directa e indirectamente, perjudica a la otra. En ambos casos es muy importante que lleguemos a conocerlas, aunque sus métodos y formas no nos gusten. 

La ambientación nos ha gustado mucho. La autora ha conseguido transmitirnos su pasión por el hielo consiguiendo que en algún momento nos diera la impresión de estar en el propio hielo. 

Es un libro que recomendamos mucho por lo que transmite y por la historia que contiene. Una historia dura, pero que merece mucho la pena leer.