Naranja de sangre

 

 

Solo una noche más y lo dejo. 

Alison tiene un marido entregado, una hija adorable y una carrera en ascenso como abogada: le acaban de confiar su primer caso de homicidio. Pero bebe demasiado. Descuida a su familia. Y mantiene una aventura que raya lo obsesivo con un colega al que le gusta traspasar los límites. 

Lo hice. Yo lo maté. Debería estar encerrada. 

Su cliente no niega que apuñaló a su marido. Quiere declararse culpable. Y, sin embargo, hay algo en su historia que no encaja. Salvar a esta mujer podría ser el primer paso para que Alison logre su salvación. 

Te estoy viendo. Sé lo que estás haciendo.

Pero alguien conoce sus secretos. Alguien que quiere que Alison pague por lo que ha hecho y que no parará hasta que lo haya perdido todo. 

Cuando este libro salió a la venta nos llamó mucho la atención por su portada y su título. Aunque no solemos leer la sinopsis, esta también nos cautivó. Pero, aunque el libro ha resultado ser entretenido, no ha llegado a calarnos. 

"Alison, una abogada llegando a la cima de su carrera tiene una aventura con un colega que raya lo obsesivo", relata la sinopsis. Nosotros más bien lo vemos como que Alison tiene muy poco amor propio y le gusta que la usen como basura. 

Básicamente esa es la descripción que nosotros hacemos de Alison durante el 80% del libro. De hecho, hubo partes que nos daban ganas de abandonar el libro ante la imposibilidad de hacerla espabilar. 

Su cliente es otro personaje, que nos ha gustado mucho, que aparece bastante poco en la historia para nuestro gusto, aunque nos ha gustado cómo se ha desarrollado su caso. 

Por otra parte, nos encontramos con los anónimos que recibe Alison, otro motivo por el que nos ha parecido una idiota. 

El conjunto de estas tres cosas nos llevan a una historia entretenida ambientada en Londres, que nos valdrá para estar un rato entretenidos, pero nada más.