Rojo, blanco y sangre azul

 

 

 

 

Alex Clarademont-Díaz, el hijo milenial de la presidenta de los Estados Unidos, es un tesoro para el marketing de la Casa Blanca: atractivo, carismático e inteligente. Lo que nadie sabe es que no soporta al príncipe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra. Así que, cuando la prensa sensacionalista se hace con una fotografía que refleja un altercado entre Alex y Henry, las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido se enfrían. Ambos países trazan un plan para paliar los daños. Lo que empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en algo más profundo de lo que Alex y Henry podrían haber imaginado. 

Hace un tiempo que nos hemos animado a leer este libro, pero no era el momento adecuado para ello, y hemos aprovechado que esta novela somo lectura del mes de mayo en el Club de Lectura Lectores Empedernidos y nos hemos lanzado a por él, y no podría haber resultado ser mejor lectura. 

En esta historia hay dos claros protagonistas: Alex y Henry. Ambos son dos personajes que nos han hecho reír, con los que hemos sufrido y con los que vamos a compartir una historia maravillosa. 

Además de ellos, nos vamos a encontrar con otros personajes como June y Bea, que van a dar un toque muy interesante y divertido a esta novela, dándonos otros puntos de vista y ayudándonos a llegar al desenlace de la trama. 

La ambientación no es en absoluto descabellada a día de hoy. En Estados Unidos hay una mujer dirigiendo la Casa Blanca. Es cierto que eso no ha ocurrido aún, pero no es nada descabellado. En cuanto a Inglaterra, nos encontramos con una familia monárquica al más puro estilo actual, donde hay ciertas cosas que no están bien vistas debido a la posición social que ocupan. 

Todo ello va a dar lugar a una historia divertida y amena de leer que nos va a dejar con el corazón blandito. Además consideramos que es una lectura que merece ser leída por muchas personas para darnos cuenta de que hay que respetar a todo el mundo, independientemente de su inclinación sexual, pertenezca a la clase social que sea. Todo el mundo deber de poder ser libre de expresar sus sentimientos