El jardín a la luz de la luna

Desde que Lilly Kaiser, una mujer que regenta una tienda de antigüedades en Berlín, perdió a su marido, no ha tenido muchas ganas de emprender nuevos proyectos. Pero un extraño anciano que le deja un misterioso violín antiguo, acompañado de una partitura titulada El jardín a la luz de la luna, despierta su curiosidad. Lilly se pone en contacto con una amiga musicóloga y, juntas, con la ayuda de un experto en instrumentos antiguos, buscarán el origen del enigmático instrumento. Su investigación las llevará a la Sumatra de principios del siglo XX, la exótica isla donde Rose Gallway, una joven violinista de gran talento, vivió una desdichada historia de amor ligada al misterioso violín y también a la historia de Lilly. 

Corina Bomann lo ha vuelto a hacer. Sabemos que todos sus libros siguen un mismo patrón y que todos acaban más o menos igual, lo que más nos gusta es el desarrollo de la historia hasta llegar a ese final.  

En este caso la protagonista es Lilly, una joven anticuaria que recibe un violín sin saber por qué ahora le pertenece. Y es aquí donde empieza nuestra historia. Lilly es un personaje aún apenado por la muerte de su marido varios años atrás, y justamente la búsqueda sobre la verdad acerca del violín es justo lo que necesita para continuar con su vida. 

Para poder avanzar en su búsqueda se reunirá con su amiga Ellen, una restauradora de instrumentos que puede darnos cierto aire fresco a la investigación. Ellen es muy dicharachera y muy entusiasta, y conseguirá transmitirle esa energía a Lilly. 

Esta historia está contada den dos espacios temporales. El primero es el de Lilly en Londres en el año 2011. Al mismo tiempo nos contarán la historia de Rose Gallway, una joven originaria de Sumatra que es también una virtuosa del violín, y primera dueña del violín que ahora pertenece a Lilly. 

Rose es un personaje que desde el principio nos ha robado el corazón siendo uno de los motivos por los que esta novela ha sido una de las mejores lecturas del año. 

La ambientación, como siempre, muy trabajada por parte de Corina Bomann, nos ha encantado. Poder imaginar como era Sumatra a finales del siglo XVIII y principios del XIX, y poder compararla con la Sumatra actual es algo que nos ha gustado muchísimo. 

Si buscáis leer una historia romántica ambientada, en parte, en la época colonial, no podéis dejar de leer a Corina Bomann. 

Nota: la sinopsis la hemos escrito tal cual está en el libro, pero contiene errores en cuanto a la profesión de los personajes secundarios.