La comunidad del anillo

 

 

 

 

En la adormecida e idílica Comarca, un joven hobbit recibe un encargo: custodiar el Anillo Único y emprender el largo viaje para su destrucción en la grieta del Destino. Acompañado por magos, hombres, elfos y enanos, atravesará la Tierra Media y se internará en las sombras de Mordor, perseguido siempre por las huestes de Sauron, el Señor Oscuro, dispuesto a recuperar su creación para establecer el dominio definitivo del mal.

Nos imaginamos que a día de hoy prácticamente todas las personas que andamos por la blogosfera conocemos de sobra esta trilogía, así que perdonadnos por tomarnos algunas licencias y destripar un poco el libro, pues para poder explicar lo que nos hace sentir, necesitamos poder hablar de algunos hechos que ocurren en el libro. 

ALERTA SPOILERS

La historia comienza con Bilbo el día de su cumpleaños desapareciendo por arte de magia gracias al Anillo Único (si queréis saber cómo llegó a sus manos os aconsejamos que leáis El Hobbit). Este anillo lo heredará Frodo, que será el encargado de arrojarlo al fuego del Monte del Destino para destruirlo. En esta misión, Frodo (hobbit) contará con la ayuda de Sam, Merry y Pippin (los tres hobbits), Gandalf el Gris (mago), Boromir y Aragorn (ambos hombres), Légolas (elfo) y Gimli (enano).

El primer momento que nos pone el corazón a mi es en Rivendel, cuando Frodo consigue llegar allí a pesar de haber sido atacado por los Nazgul. Rivendel nos lo imaginamos como un lugar de ensueño en infranqueable comandado por Elrond, el cual es uno de nuestros personajes favoritos, y al que le tenemos un gran cariño. Allí es donde se decide quiénes son las ocho personas que acompañarán a Frodo. 

Los otros dos momentos que más nos han marcado a lo largo de esta primera parte es el suceso del que es víctima Gandalf en las Minas de Moria y el poder que ejerce el anillo sobre Boromir (pobre Sean Bean). 

Aunque se trata de una historia de fantasía, a nosotros nos cala tanto como cualquier otro libro cargado de sentimientos, pues Tolkien ha sido capaz de conseguir que conectemos con todos los personajes llegando a sentirnos como se sienten ellos. Y no vamos a negar que tras cierto pasaje en las Minas de Moria se nos ha caído alguna que otra lágrima. 

Además ha conseguido reflejar en sus personajes sentimientos tan buenos como la amistad, la humildad o el honor, o tan malos como la envidia, la codicia y las ansias de poder, haciendo de alguna que otra manera una crítica social.  

Por otra parte, los parajes descritos en el libro nos gustan mucho, aunque hemos de reconocer que en este aspecto nos vemos influenciados por las películas, pues hemos visto La comunidad del anillo antes de haber leído los libros por primera vez. 

Volviendo al tema personajes, debemos reconocer que sentimos cierta debilidad por Aragorn, Gandalf y Boromir. Los tres nos han causado una gran impresión y, aunque Boromir es un personaje con un carácter un poco peliagudo y se encuentra bajo el flujo de poder del anillo en algún momento, sí podemos llegar a conocer su bondad. 

Aragorn y Gandalf estarán por siempre en nuestros corazones por su entereza, dedicación y generosidad, y no podemos más que continuar con Las dos torres en un breve espacio de tiempo, pues necesitamos acompañarlos hasta el final del camino.