Guerrera Akata

 

 

 

 

Sunny Nwazue es parte de la sociedad leopardo, unas personas con habilidades mágicas que pueden tratar con seres invisibles a ojos de los demás (los borregos), tales como mascaradas y saltamontes fantasma. 

Aunque Sunny dedica toda su atención a estudiar con su mentora Lecheazúcar, y a amoldarse a su refugio (rodeado por un caudaloso río donde habita un monstruo acuático), un día sucede algo que tambaleará los cimientos de todo lo que daba por sentado. 

Para solucionarlo deberá viajar con sus amigos hasta una ciudad hecha de humo a la que solo se puede llegar atravesando dos mundos: el visible y el invisible. 

Después de leer Bruja Akata hemos decidido que teníamos que leer cualquier secuela que se escribiera sobre esta historia, ya que nos ha gustado mucho conocer una parte de una cultura muy desconocida para nosotros, aunque sea con un gran toque de magia entre sus páginas. 

Aquí nos reencontramos con Sunny, Orlu, Chichi y Sasha, que tendrán que volver a vivir determinadas aventuras para conseguir salvar el mundo, y claro están, nos cuentan más detalles sobre la magia juju y la sociedad leopardo, la cual cada día nos gusta más. 

En esta segunda parte nos encontramos con que una parte de la familia de Sunny, los cuales son borregos (gente no mágica), se va a ver involucrada por motivos indirectos en la vida mágica de Sunny, y eso va a desencadenar que tenga que encontrarse a sí misma y enfrentarse a sus miedos para poder seguir adelante en su aprendizaje. 

Todo ello mientras nos cuentan ciertos detalles de la vida borrega de Nigeria y de cómo se comportan ciertas personas en determinados grupos sociales y dependiendo de la tribu a la que pertenecen. 

La verdad es que nos ha gustado mucho poder continuar la historia de Sunny y nos quedamos con muchas ganas de leer su continuación, aunque esperamos que haya menos arañas.