Hasta que la magia nos separe

A ojos de todo el mundo Margaret Finemann es una adolescente normal. 

Lo que pocos saben es que tiene un don. No puede volar, tampoco hacerse invisible o mover objetos con las manos: Margaret puede saber la fecha de la ruptura de sus relaciones en cuanto da el primer beso. Aunque siempre ha evitado enamorarse y tenía claro que el último curso antes de ir a la universidad sería perfecto, no contaba con empezarlo teniendo una cita con Zack, el capitán del equipo de fútbol por el que tantos suspiran. Los planes de Margaret se truncan cuando en esa ecuación entra Tom, el hijo del terapeuta le ha obligado a ir para que pueda enfrentarse a sus miedos. Zack es la peligrosa atracción que la invita a dejarse llevar, mientras que Tom es ese misterio en el que no podría sentirse más segura. La magia a veces es tan caprichosa que la vida de Margaret se complica aún más en cuanto en los ojos de Tom y Zack aparece la misma fecha: 20/06/2019.

Este libro no lo conocíamos hasta que lo hemos visto como novedad en nuestra biblioteca de confianza, y nos ha llamado la atención por su portada y sinopsis. 

La verdad es que es un libro que, aunque no va a pasar a nuestra lista de favoritos, sí que nos ha entretenido bastante y ha cumplido su objetivo con creces, ya que lo hemos metido entre lecturas más densas, y mucho más intensas emocionalmente. 

Es una historia ambientada en las inmediaciones de Salem, y es una zona idónea para una historia de brujas. Solo que esta no es una historia al uso. 

Nuestra protagonista, Margaret, es una joven cuyo don es saber qué día se dejará con el chico que le gusta, y no tiene muy claro para qué sirve. Por otro lado, es un personaje que lleva una vida normal. Va al instituto, sale con sus amigas y está en último curso de instituto. 

La historia es muy entretenida y consigue enganchar, pero sí es cierto que ninguno de los personajes es muy profundo y la trama es muy sencilla, pero merece la pena darle una oportunidad si necesitamos una lectura ligera. 

Solo hay un detalle que no nos ha gustado mucho y es que abusa mucho de la expresión "mirar una peli". Aunque no es del todo incorrecto, sí es cierto que está reconocida: "ver una peli". De todas formas, no es algo que afecte a la lectura.