Roxy
Falta poco para que terminen de construir la autopista que dividirá este barrio lleno de edificios en ruinas. Y ahora mismo tú estás ahí, en la quinta casa desde la izquierda, luchando por sobrevivir.
Eres I. Ramey. La víctima de una apuesta letal entre dos dioses manufacturados: la fascinante Roxy (Oxycontin), que está en plena forma, y el triunfador Addison (Adderall), que ansía adrenalina.
La apuesta, el reto de quién lleva primero su marca a "la Fiesta", es una carrera hacia el abismo. Y al final tú no puedes evitarlo: te deslumbra lo que prometen la oxicodona y las anfetaminas.
Pero en esta historia hay dos I. Ramey: Isaac, un jugador de fútbol lanzado a la órbita de Roxy por una mala caída y un mal consejo médico, y su hermana Ivy, cuya creciente frustración con su TDAH la lleva a recomar su relación con Addison. ¿Cuál eres tú?
Neal Shusterman es un autor que nunca nos falla. En esta nueva novela vuelve a escribir con su hijo, Jarrod Shusterman. Ya los habíamos visto juntos en su anterior novela "Sed", la cual trata de los problemas ocasionados por la escasez de agua desde un punto de vista quizás no tan distópico. En esta nueva entrega nos van a hablar de un problema muy grave que está acuciando a los Estados Unidos desde hace ya unos años y que, aunque puede parecer lejano, no dista mucho de cualquier realidad que nos podremos encontrar en casi cualquier país, por desgracia.
Evidentemente, antes de comenzar, no podemos obviar la traducción hecha por Pilar Ramírez Tello, que además de haber realizado un trabajo exquisito, como siempre, se ha visto envuelta en mensajes ocultos dentro de los títulos de capítulos, que ya nos da a entender de qué va a tratar cada capitulo, y hacia el final del libro nos vamos a encontrar con otro mensaje oculto.
En este libro nos encontramos con dos personajes muy cercanos entre sí, pero que también son el día y la noche, no se parecen en absolutamente nada a pesar de ser hermanos. Ella, Ivy, está diagnosticada de TDAH y para poder rendir académicamente, tiene que tomar Adderal. No nos olvidemos que es una anfetamina. E Isaac, una joven promesa del fútbol, se encuentra con la oxicodona (un derivado de la morfina) para poder paliar el dolor de una lesión.
Debido a la temática que trata esta novela, no podemos decir que sea una lectura para todos los públicos, pero también es cierto que es una novela que nos invita a la reflexión sobre la sociedad en la que vivimos actualmente. No sé si mis lectores han visto ya la "docuserie" de Neftlix titulada "Painkiller", pero si no lo habéis hecho, os la recomiendo encarecidamente, porque explica perfectamente el lobby de las farmacéuticas, en este caso, con la oxicodona (muchos conoceréis este fármaco gracias a la famosa serie "House").
Creo que podéis imaginar por dónde van los tiros cuando os aviso de que el TW de esta novela son las adicciones, y que los personajes de este libro tienen que acercarse a estas medicaciones. También quiero recalcar, antes de asustar a nadie, que no todas las personas que utilizan este tipo de fármacos acaban en una adicción al mismo, pero sí es necesario que haya un buen control por parte del equipo médico prescriptor para evitar llegar a tales situaciones.
Una de las cosas que más me han llamado la atención de este libro es que las drogas y los medicamentos (sí, os pensábais que solo íbamos a tener a una anfetamina y a la oxicodona danzando por aquí, pero no) son personajes de esta historia, de manera que, además de conocer lo que sienten nuestros protagonistas en todo momento, nos encontramos con lo que podrían pensar cualquiera de ellos (tampoco os voy a decir quiénes están invitados a la fiesta) si tuvieran conciencia. En conlusión, os recomiendo encarecidamente que leáis Roxy, ya que es una historia mucho más real de lo que pueda parecer a priori y que nos ayudará a comprender aún más los peligros de ciertas medicaciones que, si bien son necesarias, un uso inadecuado de las mismas puede acarrear problemas muy serios.
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