Hoy, 15 de agosto, es un día agridulce. Hoy cumpliría 64
años una de mis personas favoritas, pero desgraciadamente ya no está con
nosotros, por eso es triste.
Era una de esas personas a las que se las considera
“personas vitamina”, una de esas personas que aporta, que había la vida un poco
más fácil y con la que podría pasarme horas y horas hablando de libros y
películas. Ella también podría contarme de arriba abajo la telenovela que
acababa de terminar de ver, aunque sabía que las telenovelas y yo no somos
grandes amigas.
Pero esa persona ya no está, esa persona nos abandonó hace 7
años por culpa de una de las peores enfermedades que existen.
En cambio, este día también tiene su parte buena. También es
el cumpleaños de otra de mis personas favoritas, esa persona de la que presumo
que llevamos casi 38 años siendo amigas, que nos criamos como quien dice
juntas, y que está ahí para todo, sabiendo que la amistad está ahí aunque no
hablemos todos los días. Una de esas personas que siempre ha aportado, que ha
entendido, que ha animado (y todo esto lo sigue haciendo aún a día de hoy) y
que da fuerzas para conseguir esos propósitos que nos marcamos poco a poco.
Una se nos fue, la otra sigue dando guerra, como nos gusta
decir a nosotros. Y solo podemos decir que esperamos que sea muy feliz que y
disfrute de su día como se merece. Felicidades, Shere.
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